Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Resurrección de Cristo.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Vista General.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
En la calle lateral izquierda se representan tres escenas : arriba Jesús , Pedro, Santiago y Juan, parecen dirigirse al monte Tabor donde se desarrollará la Transfiguración. En la tabla central Santo Tomás incrédulo introduce sus dedos en el costado de Jesús y abajo se representa una magnífica Resurrección de Cristo.En la calle lateral derecha vemos, en la tabla superior, a Jesús apareciéndose a las Santa Mujeres tras su Resurrección, en la tabla central se representa la escena del “Noli me tangere” y en la inferior Cristo , acompañado del arcángel San Miguel desciende a los infiernos donde vemos las fauces de un curioso Leviatán. En la predela vemos, de izquierda a derecha , la representación de varios santos de cuerpo entero, erguidos y con sus atributos : San Pedro, San Pablo, San Juan Evangelista, San Andrés, San Bartolomé, y Santiago el Menor o Santo Tomás. En el centro, como es habitual, se representa a Cristo saliendo del sepulcro entre la Virgen y San Juan ( que aparece dos veces en la predela), ayudado por dos ángeles.
Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Tabla central del Descendimiento de Cristo.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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La escena ha sido representada por el pintor mediante una composición en óvalo. José de Arimatea y Nicodemo bajan , ayudados por escaleras, el cuerpo de Cristo . La Virgen, la Magdalena , otras santas mujeres y San Juan se hallan al pie de la Cruz y están extendiendo el lienzo sobre el que depositarán el cuerpo desnudo de Jesús. Como fondo vemos un paisaje naturalista y un cielo azul.
Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Calvario.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Cristo, Pedro, Santiago el Mayor y Juan antes de la Transfiguración.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Duda de Santo Tomás.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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La escena representada es la conocida como la Duda de Santo Tomás relatada por Juan (20, 24-29). Aunque a Tomás se le anuncia la resurrección de Jesús, se niega a admitirla: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré." Ocho días después, Tomás toca con sus propias manos las heridas de Jesús en las manos y en su costado. Jesús le recrimina haber necesitado ver para creer y concluye diciendo "Has creído porque has visto. Dichosos los que creen sin haber visto". Es el más conocido de todos los episodios evangélicos relacionados con este apóstol. Se le llama "Tomás, llamado el Dídimo". Tanto la palabra griega "Dídimo" como la aramea "Tau'ma", significan "gemelo", o "mellizo". Por lo tanto, la expresión "Tomás, llamado el Dídimo" es una tautología que elude mencionar el nombre real del personaje. En la pintura del "Maestro del Morata" se representa la escena mediante una composición oval. Cristo en el centro de la misma, rodeado por sus discípulos y ante la presencia de su Madre, no mencionada en los evangelios en este acontecimiento, toma la mano derecha de Tomás para introducirla en la abertura producida en su costado por la lanza de Longinos.
Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Resurrección de Cristo.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Vemos la escena de la Resurrección de Cristo. Los soldados guardianes de la sepultura forman una composición oval, tan del gusto del pintor, el sarcófago, la empalizada posterior, el arbolado y el horizonte en lontananza marcan franjas paralelas horizontales, rotas por la verticalidad de Cristo y los dos cipreses que le flanquean. Las bandas horizontales de colores homogéneos alternativos recuerdan a la misma técnica compositiva utilizada en las miniaturas de algunos Beatos. El soldado de primer término se apoya sobre un escudo ovalado quizás con simbolismo heráldico o quizás meramente decorativo al igual que la leyenda o inscripción dorada pseudoárabe que se utilizaba con frecuencia como elemento ornamental.
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Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Resurrección de Cristo. Detalle.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Obsérvese el bello paisaje de fondo con la hermosa ciudad amurallada y torreada, Jerusalén, en el ángulo izquierdo de la representación. Cristo triunfante sobre la muerte yergue su figura sobre la tapa del sarcófago de mármol rosáceo, cubriendo su desnudez con un manto blanco ribeteado en oro, abrochado en el pecho. Muestra las heridas de la Crucifixión, bendice con la mano derecha como Salvador y lleva en su mano el estandarte crucífero. Envuelve su cabeza un nimbo dorado de estuco en relieve.
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Cristo resucitado se aparece a dos Marías.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Cristo resucitado se aparece a María Magdalena o "Noli me tangere"
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Cristo después de su Resurrección se aparece a María Magdalena en dos ocasiones, si atendemos a los evangelios canónicos, primeramente cuando está en compañía de la otra María , según refiere San Mateo y hemos visto en la imagen anterior, y en segundo lugar cuando se halla sola, según se relata en los evangelios de San Marcos (16, 9-11) y San Juan ( 20, 11-18) . Según narra este último evangelista María confunde a Cristo con el hortelano y al percatarse de que es el Maestro pretende abrazarle y Jesús le dice "Suéltame, que aún no he subido al Padre", (Noli me tangere, no me toques). La escena es ingenua, vemos un huerto salpicado de arbolitos y rodeado por arbustos y una empalizada de trenzado vegetal. María Magdalena, arrodillada, pretende tocar a Jesús y éste la evita con suavidad. Frente a la profusión de oros del gótico internacional en la pintura naturalista predominan los paisajes que permiten mayor perspectiva y profundidad favoreciendo la tridimensionalidad representativa.
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Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Descenso de Cristo a los Infiernos.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Banco.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Banco. San Pedro apóstol.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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En la primera casa del banco se representa al apóstol San Pedro, erguido, barbado,con calvicie pronunciada, llevando en sus manos el libro y las llaves que le identifican. Al igual que el resto de los apóstoles viste túnica y rico manto y está descalzo sobre el pavimento.
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Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Banco. San Pablo apóstol.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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En la segunda casa del banco del retablo se representa al apóstol San Pablo identificado por la espada de rica empuñadura que porta y por el libro. Al igual que el resto de apóstoles luce nimbo dorado de círculos concéntricos de estuco en relieve.
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Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Banco. San Juan Evangelista.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Vemos en la tercera casa del banco la figura erguida de San Juan Evangelista identificado por la copa con el veneno-dragoncete que lleva en su mano izquierda, su atributo propio, y por ser representado según la iconografía tradicional como un hombre joven de rubios cabellos e imberbe. LLeva en su mano derecha la palma del martirio.
Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Banco. Cristo Varón de Dolores.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Observamos en la casa central del banco la representación característica de Cristo Varón de Dolores, surgiendo del sepulcro. Dos ángeles sostienen el paño mortuorio para mostrar el demacrado cuerpo de Cristo, desnudo, salvo el perizonium, enseñando las heridas de las manos y el costado y luciendo nimbo dorado crucífero. En primer término, a ambos lados del sepucro, vemos a la Virgen María apenada y a San Juan Bautista en una representación realmente afortunada del pintor, su rostro bellísimo muestra su contenida aflicción y su hermoso cabello rubio se desparrama sobre sus hombros. El sepulcro muestra una inscripción dorada en caracteres árabes que aunque habitualmente se han considerado como mera decoración, según Fabíán Mañas podría decir : "Habló por nosotros cuando murió por Ti". Llama la atención en esta escena la estricta composición simétrica que ha utilizado el pintor.
Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Banco. San Andrés apóstol.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Vemos en esta casa la representación risueña de San Andrés apóstol identificado por la cruz que lleva. Normalmente suele ser una cruz en aspa pero en este caso el pintor ha optado por una cruz de madera en forma de Tau. El santo con pelo y barba canosos inclina ligeramente su cabeza y mira sonriente hacia la casa central del Cristo Varón de Dolores.
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Morata de Jiloca (Zaragoza).
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Banco. San Bartolmé.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Observamos en esta casa la imagen del apóstol San Bartolomé que mira altivo al espectador y lleva el atributo que le identifica, la espada corta, alfange o cuchillo con el que fue desollado. Por otro lado como suele ser tradicional viste manto blanco, aunque con decoración brocada en oro.
Iglesia de San Martín de Tours.
Retablo del Descendimiento. Banco. Santiago el Menor.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Vista general.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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El retablo de Santo Tomás Apóstol (2) se compone de banco de cinco casas con escenas de la Pasión y Resurrección de Cristo, tres calles, con escenas de la leyenda del santo, flanqueadas por tres estrechas entrecalles con la representación de santos y santas, y coronamiento con la representación del Calvario. Las escenas de la Predela son : Oración en el Huerto, Prendimiento, Duda de Santo Tomás, Cristo ante Pilatos y Camino del Calvario. En la calle central vemos a Santo Tomás erguido en la tabla principal, sobre ella vemos la escena de Santo Tomás recibiendo el cíngulo de la Virgen en su Asunción a los cielos y como punta la Crucifixión de Cristo. En la calle de la izquierda, según observa el espectador, se representa de arriba hacia abajo, en la escena superior, Cristo persuadiendo a Santo Tomás para que se embarque a la India con el enviado del rey Gondóforo, en la intermedia el santo desembarcando en una ciudad de la india, y en la inferior banquete con que es obsequiado Santo Tomás. En la calle lateral derecha vemos las escenas de Santo Tomás en la boda de la hija del rey, Santo Tomás negándose a adorar a ídolos paganos y alanceado, y Santo Tomás consagrando obispos, posiblemente a los tres Reyes Magos.
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Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Calle central.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Vemos en la imagen la calle central con la imagen, en la tabla principal, de Santo Tomás, erguido, leyendo el libro y portando la lanza, uno de sus atributos, por haber sido martirizado con ella. Sobre ella observamos la escena de la Virgen María entregando a Santo Tomás su cinturón y en el coronamiento se representa el Calvario.
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Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Tabla principal.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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En la tabla principal del retablo se representa a Santo Tomás, descalzo, vestido con túnica roja ceñida por la cintura y manto azul. Está en posición de tres cuartos, leyendo un libro que lleva en su mano derecha y sosteniendo con su izquierda el arma de su martirio, la lanza. Dos ángeles sostienen un tapiz sobre el que se recorta la figura del santo. A los pies de Santo Tomás vemos a los comitentes de la obra, dos personajes, masculino y femenino, arrodillados, en posición de orantes y representados con un tamaño diminuto, en comparación con el santo, según es típico en la iconografía medieval, esto es a mayor importancia espiritual, mayor tamaño, criterio que se desvanecerá progresivamente en el Renacimiento. La estructura compositiva de la tabla muestra una simetría estricta, marcada por el santo como eje vertical y por los dos ángeles y los dos comitentes. En las bellas entrecalles observamos la representación de santos reconocibles, por ejemplo San Pedro apóstol en la parte inferior izquierda, representado con las llaves, sobre él San Andrés apóstol, con su atributo característico, la cruz aspada, sobre él Santiago el Mayor vestido de peregrino, con bordón , sombrero con vieira y zurrón, y encima, aunque no lo vemos en esta imagen, San Juan Bautista vestido con piel de camello. En la parte derecha vemos, vestidos de diáconos y con sus respectivos atributos, de abajo hacia arriba, a San Esteban con las piedras sobre su cabeza, San Lorenzo con la parrilla, San Vicente con la rueda de molino y San Sebastián con el arco y las flechas, al que no vemos en esta imagen. Santo Tomás es considerado patrón de los jueces pues, como señala Rèau, " a causa de su profesión , tienen que mostrarse desconfiados y de hacer la crítica de los testimonios". También es patrón de los arquitectos, alañiles, arimensores, carpinteros de obra y canteros. Como santo curador, al igual que Santa Lucía, era invocado para curar las afecciones oculares porque Cristo le había curado la ceguera del corazón. Sus atributos más habituales suelen ser la escuadra de arquitecto, el cíngulo que le regaló la Virgen María y la lanza, instrumento de su martirio, atributo este último que le identifica en el retablo que analizamos.
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Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Tabla central. Detalle superior de Santo Tomás.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Como vemos en este detalle del santo , advocación del retablo que estudiamos, el pintor gusta de representar a su personajes con narices pronunciadas, rectas y angulosas que vemos repetidas en otras escenas de su creación pictórica.
Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Tabla central. Detalle inferior del santo.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Vemos la parte inferior de la representación del santo en la tabla principal del retablo. A ambos lados observamos probablemente a los dos comitentes de la obra, un personaje masculino y uno femenino, arrodillados y orantes.
Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Tabla central. Detalle del comitente masculino.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Vemos en la imagen la representación del comitente masculino de la obra, que arrodillado reza con veneración al santo.
Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Tabla central. Detalle de la comitente femenina.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Vemos en la imagen la representación de la comitente femenina, una dama de bella indumentaria, con atractivo tocado , arrodillada y en posición orante. Obsérvese la nariz, de trazo muy similar a la del santo.
Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Calvario.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
.Apreciamos en la imagen el Calvario. Cristo crucificado marca el eje vertical de la representación, tiene un rostro expresionista, brazos extremadamente delgados y cuerpo de anatomía naturalista, junto a él flanqueándole dos personajes, uno con la lanza y otro con la caña con esponja y vinagre. A la izquierda, según mira el espectador, vemos a la Virgen María casi desmayada por el dolor atendida por dos santas mujeres. A la derecha María Magdalena, a los pies de la cruz, y San Juan Evangelista de pie con actitud apesadumbrada. Al fondo un suave paisaje y un cielo dorado.
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Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. El apóstol recibiendo el cíngulo de la Virgen María.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Calle lateral izquierda.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Cristo persuade al santo para viajar a la India.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Daroca(Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Calle lateral derecha.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. El santo consagrando obispos.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. El santo consagrando obispos. Detalle.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. El santo consagrando obispos. Detalle.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Banco.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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El retablo de Santo Tomás de Daroca tiene un banco que se compone de cinco casas en las que se representan las siguientes escenas: Oración en el Huerto de los Olivos, Beso de Judas y Prendimiento, Duda de Santo Tomás Apóstol, Jesús ante Poncio Pilatos y Jesús Camino del Calvario, esto es cuatro escenas de la Pasión y una escena después de la Resurrección de Cristo .
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Daroca (Zaragoza).
Museo de la Iglesia Colegial de Santa María.
Retablo de Santo Tomás Apóstol. Banco.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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En esta fotografía vemos tres casas del banco. En ellas se representa la Duda de Santo Tomás, ya analizada en la imagen anterior, Jesús ante Pilatos y Jesús camino del Calvario. Jesús, atado por el cuello, es conducido al Pretorio ante el Gobernador romano Pilatos quien no ve culpabilidad en él y se lava las manos por la sangre que se va a derramar de un Hombre inocente. Pilatos, sedente en un trono, vestido lujosamente con tocado de sabor musulmán, lleva sus manos a la bandeja que le presenta un siervo arrodillado. Varios personajes, representados en aparente algarabía y confusión, están presentes en el acontecimiento que se desarrolla dentro de una sala enlosada con azulejos decorados y colocados en líneas perspectivas de fuga para dar profundidad a la estancia. En la escena de Jesús camino del Calvario vemos a éste con la cruz en forma de Tau a cuestas. Delante de él su Madre, la Virgen María, María Magdalena , San Juan Evangelista, y una santa mujer. Un sayón situado en primer plano empuja con su pie a Cristo y una multitud le acompaña y jalea su crucifixión camino del monte Gólgota.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple y óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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4) RETABLO DE SAN FABIAN Y SAN SEBASTIAN DE DAROCA (ZARAGOZA).
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Museo Comarcal y Municipal .
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
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“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
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Vemos en esta imagen un detalle de la figura de San Fabián. Obsérvese el rostro del santo que parece un retrato naturalista en el que apreciamos rasgos definitorios, pliegues de la piel y arrugas. La decoración de su capa pluvial, abrochada bajo el cuello, y el lienzo posterior tienen un aspecto muy similar. Diferentes elementos han sido realizados en estuco dorado en relieve según es típico en Aragón , nimbo, tiara papal, ribete de la capa. Puesto que el santo mira hacia su izquierda, esto es hacia la tabla de advocación principal del retablo, la imagen que vemos corresponde a la calle lateral izquierda del retablo, según mira el espectador.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
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“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
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San Sebastián, santo protector frente a la peste, se representa como un joven cazador, rubio y de aspecto cuidado, con una lujosa vestimenta a la usanza de la época. Luce un collar de oro y un joyel circular que pende de él, un tocado elegante con joya frontal y nimbo dorado. El santo está situado ante un lienzo de brocado, un murete de media altura decorado en relieve con ramas de hojas lanceoladas, y un fondo de paisaje de suaves colinas y cielo azul. Mira hacia su derecha, hacia la advocación principal del retablo que desconocemos.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Vemos un detalle de la tabla de San Sebastián; concretamente la parte inferior de su figura, de rodillas hacia abajo. Vemos sus calzas rojas ajustadas que marcan su anatomía, su calzado puntiagudo de madera con banda de sujeción superior conocido como chinelas , los dos perros que le acompañan, el blanco con collar rojo mirando al santo y al halcón que lleva, el pardo coupado en roer un hueso. Apreciamos al detalle los dibujos geométricos y vegetales de los azulejos de la solera que colocados en líneas perspectivas en fuga dan sensación de profundidad.
Daroca (Zaragoza).
Museo Comarcal y Municipal.
Retablo de San Fabián y San Sebastián. Tabla del Calvario.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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La escena del Calvario nos muestra a un Cristo crucificado de rostro demacrado y anatomía delgada, flanqueado a la derecha por San Juan Evangelista y una de las santas mujeres y a la izquierda por la Virgen María, asolada por la aflicción que le embarga, acompañada por María Magdalena y dos santas mujeres. Al fondo se representa un sencillo paisaje y el característico cielo azul. Los pliegues de las vestimentas de los diferentes personajes muestran los habituales pliegues quebrados de la pintura flamenca.
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“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Formando pareja con la santa mártir de la tabla de San Fabián vemos a un santo sentado ante un paisaje suave mediterráneo, representación que culmina la tabla de San Sebastián. Como es habitual en el "Maestro de Morata" el rostro del santo muestra una forma triangular.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Vemos en la primera casa del banco la escena del martirio de San Fabián. El santo desnudo, salvo el perizonium, está atado a una columna central, eje vertical de la composición. Luce el santo la tiara papal de triple corona y el nimbo dorado. Su cuerpo muestra las llagas que dos verdugos le están infligiendo con los rastillos de cardar lana, su atributo característico.Varios personajes acompañan al gobernador romano, sedente en su trono a la izquierda de la imagen mientras martirizan al santo. Al fondo vemos un paisaje a través de un vano de medio punto.,San Fabián murió decapitado en tiempos del emperador Decio que rigió los destinos del Imperio romano entre los años 249 y 251. En la solería de la estancia volvemos a ver los mismos dibujos de azulejería que en algunas escenas del retablo de Santo Tomás de Daroca. Los rostros de los dos sayones que maltratan a San Fabián tien los rostros raspados por intervención de los fieles cristianos que querían mostrar así el odio que sentían hacia los verdugos del santo. Era habitual estas acciones en las predelas de los retablos, situadas en la parte inferior de los mismos, accesibles por lo tanto a los fieles.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Vemos en la imagen a Cristo Varón de Dolores, de pie sobre el sepulcro, desnudo salvo un paño de pureza casi transparente, mostrando sus heridas y situado ante el lienzo mortuorio que sostienen dos ángeles. En primer término y ante el sepulcro vemos las imágenes de la Virgen María y de San Juan Evangelista pintados en un encuadre con perfiles de corte cuasi fotográficos. El sarcófago pétreo tiene una inscripción en árabe que según Fabián Mañas dice : "No habló para nosotros sino cuando murió por ti". Como señala este investigador este tipo de inscripciones pueden verse también en la obra de Bartolomé Bermejo, quién trabajó también en Daroca.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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Según narra la Leyenda Dorada Sebastián, oriundo de Narbona y avencidado en Milán, fue jefe de la cohorte que daba escolta a los emperadores. Sin embargo su objetivo era confortar y proteger a los cristianos desde ese puesto de alta responsabilidad. Tras el martirio de los hermanos gemelos Marco y Marceliano a quienes Sebastián fortaleció en su fe cuando ante los dolores del suplicio comenzaron a flaquear, el prefecto romano presentó una denuncia contra él ante el emperador Diocleciano. Este ordenó que lo trajeran a su presencia y fue acusado de trabajar clandestinamente contra el emperador y contra los dioses del Imperio. Sin embargo Sebastián replicó que era verdad que adoraba al Dios cristiano pero que siempre había deseado lo mejor para el emperador y para el Imperio. En la imagen observamos cómo el santo ha sido llevado ante el emperador Diocleciano, sentado en un trono de madera y acompañado por un nutrido grupo de cortesanos. Uno de ellos en primer término nos introduce en el cuadro, sentado en los escalones del trono. El pintor ha usado una composición en diagonal para dar profundidad a la escena, lo cual logra mediante el trono, la fuga del enlosado de la estancia y la profundidad que proporciona el paisaje de fondo. El santo nimbado y de pie ante el emperador, viste las mismas calzas rojas y chinelas que apreciamos en la tabla principal de la calle derecha donde se representa su figura y por su gesticulación parece mantener una defensa argumentada de su compromiso cristiano. No es extraño, en cuanto a las indumentarias, que los cortesanos lleven vestimentas y tocados, algunos de ellos, de influencia musulmana o judía, pues recordemos que la Reconquista, frente al invasor musulmán, está tocando a su final y a los judíos se consideraba un pueblo deicida. La animadversión hacia estos grupos sociales por parte de la población mayoritaria cristiana era evidente. No es casualidad tampoco que se les represente con rostros poco amables, narices aguileñas, miradas torvas, etc. Obsérvese, por otro lado, el plegado típicamente flamenco de la indumentaria del personaje sentado en primer término.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al temple sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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La última casa del banco representa el asaeteamiento de San Sebastián. Una vez denunciado ante el emperador Diocleciano y tras mantener con firmeza sus creencias cristianas San sebastián es llevado al campo, atado a una columna, y, desnudo, es sometido al lanzamiento de flechas por parte de los verdugos del emperador romano. Sin embargo no fallecerá como consecuencia de este tormento y tras ser liberado por sus amigos, y según otras versiones, curado por Santa Irene, es nuevamente apresado, apaleado hasta la muerte y arrojado a la cloada Máxima. San Sebastián se aparece a Santa Lucía, mientras esta duerme, y le revela el lugar donde están sus restos y le pide que le den sepultura en las catacumbas junto a los apóstoles. San Sebastián es considerado el patrón de los arqueros y ballesteros, de los tapiceros, de los vendedores de hierro y de los sodomitas y homosexuales, seducidos por su desnudez de bello efebo apolíneo. Será invocado fundamentalmente como santo antipestoso desde finales del siglo VII, aunque sufrió la competencia de San Roque de Montpellier desde el siglo XIV y del milanés San Carlos Borromeo desde el siglo XVII por influencia de los jesuitas. En la imagen de Daroca vemos al santo atado a la columna fuera de la ciudad, en el momento en que es asaeteado por tres esbirros, dos con ballestas y uno con arco. Al fondo vemos la ciudad y el pintor para dar cierta profundidad a la escena ha colocado el primer edificio, desde el que observan el acontecimiento varios personajes, en posición diagonal.
Museo Comarcal y Municipal.
Predela de los Evangelistas. San Juan y San Marcos.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Daroca (Zaragoza).
Museo Comarcal y Municipal.
Predela de los Evangelistas. San Mateo y san Lucas.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
Daroca (Zaragoza).
Museo Comarcal y Municipal.
Predela de los Evangelistas. San Lucas.
“Maestro de Morata”. Segunda mitad del siglo XV.
Pintura al óleo sobre tabla.
(Foto de Jesús Díaz).
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- ABBAD RIOS, F. Catálogo Monumental de España. Zaragoza. CSIC, Madrid, 1957, p. 395 y Fig. 1067.
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- FERRANDO ROIG, J. Iconografía de los Santos, Ediciones Omega, S.A. Barcelona, 1950, pp. 258-260.
- RÉAU, L. Iconografía del Arte Cristiano. Iconografía de los Santos. Tomo 2, Volumen 5, Ediciones del Serbal , Barcelona, 2000, pp. 269-275. (Publicación inicial en P.U.F. en 1957).
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- San Mateo: VORAGINE (Tomo 2, pp.601-607), ROIG (p. 195), RÈAU (Tomo 2, Volumen 4, pp.370-375).
- San Marcos: VORAGINE (Tomo 1, pp. 253-258), ROIG( p. 187), RÈAU (Tomo 2, Volumen 4, pp.321-327).